Terror
Caligrama
21 enero 2021
Paperback
502
DÉJAME VER QUÉ ESCONDES.
Cinco historias aterradoras donde lo cotidiano se transforma en amenaza mortal. Relatos ensombrecidos que te devuelven la mirada. Tras cada página, un nuevo peligro acecha, dispuesto a saltar desde las letras.
Una noche de luna llena, una chica muere atragantada por su propio vómito, la misma noche en la que un hombre encuentra al amor de su vida. Y es que es en la noche donde la delgada línea entre el bien y el mal se torna incierta, cuando todo se sumerge en sombras, cuando los espíritus cantan bajo la melodía de un fantasmal piano que resuena en la soledad de un salón, espíritus que susurran obscenidades en la oscuridad, donde se arrastran arañas sedientas de sangre y maldad.
Una chica corre por el bosque, buscando a su amigo entre la tenebrosidad de la hojarasca, esperando ver otra vez aquellos colores en el cielo. Huye de todos aquellos demonios que gritan a su espalda, huye de su propia realidad, como todos los que recurren a la palabra escrita, a relatos como los que esperan en esta recopilación a ser leídos, a ser liberados una vez más.
Si has devorado los cuentos de Poe, si un escalofrío te recorre al adentrarte en los relatos de Lovecraft o si eres de los que acaban mirando en las películas de terror, tienes que abrir esta puerta, tienes que dejarlo entrar.
Algo te llama desde las profundidades del abismo, ¿te atreves a echar un vistazo?
Déjame entrar es una obra compuesta por cinco relatos independientes, con la premisa común de removerte las entrañas por dentro, ya sea por pánico, angustia, asco o rescatar tus fobias más profundas.
Cierto es que iba predispuesto a leer unos relatos de terror, pero tras el primer relato, comprendí que no sería así, y lo que pretendía el autor era provocar emociones, diferentes sensaciones para cada lector, algo que fue corroborado en la lectura conjunta realizada: lo que a alguien podía infundirle miedo, a otro le provocaba rechazo. Todo depende de qué sentimientos despierte en cada uno, de sus experiencias o de sus creencias.
Me hicieron recordar a aquellas “Historias para no dormir”, de Chicho Ibáñez Serrador. Turbias, oscuras, irreales pero, sin embargo, con el respeto de creerlas posibles.
Lo que menos me gustó, es que ciertas partes en algún relato me resultaron lentas en exceso, con demasiada reiteración y más parsimonia de la deseada, así como la previsibilidad de algunos acontecimientos que, pienso, podrían haber dado más juego y expectación al lector de haberse escondido de otra manera.
No obstante,sí hubo sorpresas y giros que me gustaron mucho, y en general, la propuesta de los relatos me resultó interesante, especialmente por lo que pretende transmitir o tratar en cuanto a variedad de temas delicados en nuestra sociedad.
De los 5 relatos (Lucy, Mi amigo Clor, Max, Salticidae, La melodía olvidada), mis favoritos son “Lucy” y “Max”.
Creo que mejorando los puntos negativos comentados a mi juicio (siempre personal, por supuesto), el autor puede traernos gratas sorpresas en un futuro próximo. Primero, porque es un género complicado de transmitir lo que se desea y se han visto las posibilidades; segundo, porque no se anda con tapujos a la hora de contar lo que quiere contar, sin tabúes, sin medias tintas.